enero 08, 2007

Catarsis

Hay días como estos, en los que despierto con un desagradable nudo en mi garganta, con los ojos ardiendo y las mejillas sonrojadas.
Yo odio esos días, detesto sentir que a la más mínima provocación acabaré llorando en un rincón de mi pieza, o quizás encerrada en el baño, quién sabe, quizás hasta la cocina sea un buen lugar para dejar correr esto que me quema.
Entonces vuelvo sobre mí misma, azoto la puerta de la pieza con fuerza y me dejo resbalar por ella, haciéndome un bollito humano y ahogando los jadeos mudos contra mis rodillas, apretando los dientes contra mis labios, amoratándolos casi.
Pero esto es algo que no importa para los demás.
Y el nudo se vuelve tan grande, tan difícil de cargar, tan apretado que no hay forma de que pueda tragarlo. En esos momentos mi corazón late rápido, como si no fuera a volver a hacerlo.
Y termino ahí, ahogándome sola en el rincón, en el baño, en la cocina, a veces tras un pañuelo que al ser usado se va al basurero.

Hay días en que yo quisiera recibir un abrazo, dejarme arrastrar por los suaves arrullos contra cu cuello y botar las lágrimas que de alguna forma no se detienen.
Hay días en que te extraño aún más, en los que creo que todo lo que hago está mal... en que te molestan mis tonterías de niña, en que te cansas de mí.
Hay días que yo no quisiera pensar, no me importarían las lágrimas, si tú estuvieras aquí sosteniéndome, sin dejarme caer, sin soltarme ni desapegarme de tu cuerpo.

Hay días en que nada tiene sentido más que esto.

Todos los días, aunque llore, aunque hayan sonrisas en mis labios, sólo una cosa es siempre la misma. Te amo M.Bathory.
Estamos tan juntas y sin embargo estamos muriendo de soledad~ Minia Bathory
"Estamos todos tan juntos, y sin embargo, todos estamos muriendo de soledad..."
Albert Schweitzer