Ahogué un gritito frustrado en mi garganta- presa de la rabia, de la frustración- cuando mi madre dictó la sentencia para mi hermano y para mí. Sentí como los ojos me ardían y como me subía el calor por la garganta, como avanzaba por mis mejillas hasta que no aguanté más. Los ojos se me humedecieron, la sonrisa terminó por borrarse de mi rostro y asentí lentamente mientras desviaba la mirada.
Maldita la hora en que mi hermano comenzó a crecer, a exigir.
septiembre 20, 2007
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Estamos tan juntas y sin embargo estamos muriendo de soledad~ Minia Bathory
"Estamos todos tan juntos, y sin embargo, todos estamos muriendo de soledad..."
Albert Schweitzer
Albert Schweitzer
2 comentarios:
maldita la hora en que tuviste hermano...
podría decir algo así, pero no soy el mayor, si no existiera él; menos, tal vez, lo haría yo..
pos, la paciencia es una virtud de oro...
te quiero ninia~
Uuuuh.
Parece que es el tiempo de tormentos familiares. Espero que pueda sobrellevar la sentecia, sea cual sea.
Y como dice suguru, paciencia, algo que yo tambien estoy intentando cultivar.
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