Sonrío. Sí, sonrío. Siempre estoy sonriendo.
Sonrío para todo el mundo, para agradar a veces, para ocultarles lo que de verdad eres- si tú, yo interna, no yo- aunque no tenga ganas de sonreír..
¡Pero escúchame, mundo!:
¡Yo, soy yo! ¡Aunque sonría cuando no quiero hacerlo, aunque me ría de las burlas infantiles de mis amistades cuando no quiero hacerlo, aunque masculle palabras de enfado mientras nadie me está mirando! ¡Aún así!
¡Yo soy yo!
¡Basta ya de verme como si fuera una niña buena!
¡Basta de decir que soy una ternura y que "la inocencia de mis ojos te conmueve"!
¡Para!
¡¿Qué sabré yo de inocencia?!
Porque no es inocencia, sino simple ingenuidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Risas falsas a todos nos abordan. Máscaras que utilizamos para no mostrarnos totalemente a los demás, tan vulnerables como somos.
Sinceramente, nunca te he creido inocente, y aún menos, ingenua. Quien te lo haya dicho, te conoce poco, la ingenuidad más verosímil no la conozco en alguien mayor a diez años. Cosas de nuestra cultura.
sabemos que no es asi y ,en realidad, ¿conocemos a alguien que no sea como ahi dice?.. dificil...
los ojos son la ventana del alma, lo malo es q a veces les ponen cortinas o percianas... te puedes poner una máscara, pero no cierres las ventanas...
lo mismo q el dai.. no te conoce..
o tal vez no era alguien, sino muchos... ¿colapso?
tqmcl~ [qtmCabraLezah, de ese lezah q digo yo...] dw~
Publicar un comentario